9 de mayo de 2016

EL UNDERGROUND Y EL GETXO SOUND DE EL INQUILINO COMUNISTA SIGUE VIGENTE HOY

El Inquilino Comunista dio muestras de mantener su status de leyenda en su tierra, Getxo.


Lugar: Aparcamiento de la playa de Ereaga (Algorta)
Público: 300 personas.
Duración: 140 minutos.
07/05/2016

    El aparcamiento de la playa de Ereaga recibía a tres grupos muy diferentes entre si. Por un lado Guda Dantza que presentaban su nuevo disco publicado hace escasas fechas pero los platos fuertes venían de dos grupos de la tierra. Por un lado Rubia, o lo que es lo mismo Sara Iñiguez, y por otro la veterana banda que casi dio nombre a lo que se denominó en su día Getxo Sound y hasta el indie nacional como son El Inquilino Comunista.

   En formato de sexteto y con sección de cuerdas se presentaba en Getxo Rubia. Tal vez el escenario le vino grande a Sara Iñiguez y es que ella estaba casi escondida en la parte izquierda, en el centro del escenario se encontraba el batería, Jokin Salaberria (bajo) y Adrian Barcena (guitarra) y en la parte derecha los violines en donde destacaba la presencia de Nerea Alberdi (Dr. Maha´s Miracle Tonic). Así a las 22:00h. comenzaba su concierto en donde Sara demostró el cambio que ha experimentado su música. Lleva cerca de un año en formato dúo con la batería de Sonic Trash Mariana que esa noche no la acompañó por tener otro concierto, por lo que este era un concierto especial con toda la banda. Rubia tiene tres discos publicados pero se centraron sobre todo en el último Barman ,el primero en inglés, y no cantaron ninguna canción en castellano de anteriores discos.

   Ahora Rubia suena más soul pero siempre con un toque vintage en su música que recuerda mucho a la década de los 60´, 70´. Rain fue una de sus primeras canciones. Pero a parte de las canciones de Barman también presentó canciones nuevas y es que pronto va a publicar nuevo disco. Teenage Heartbreaker fue un ejemplo. Si por algo destacó el concierto fue por los coros y la sección de cuerdas. Se hizo patente en el estribillo dulce de Mary, una canción con toques de soul, country y hasta rhythm & blues. Con los coros las canciones suenan diferente aunque tal vez estuvieron demasiado altos toda el concierto y en ocasiones sepultaba tanto la voz de Sara como al resto de músicos. Cambio algo el ritmo abandonando algo el soul en la canción Party en donde invitó al público a bailar y por supuesto también a su madre que estaba en primera fila. Hubo también reggae en Complicated y hasta jazz. La mejor canción de la noche llegó cuando Sara se quedó a solas con su banda sin la sección de cuerdas y uno de sus últimos temas también fue nuevo, el primer adelanto oficial del disco llamado A Quiet Place que es una versión llevada a su terreno del tema de los sesenta del grupo Garnet Mimms & the Enchanters. 

    Concierto dulce y elegante de Rubia. Su propuesta es ahora más relajada y gana en espacios cerrados. Tal vez no fue el mejor lugar para disfrutar de su propuesta pero se noto en todo momento que el grupo había trabajado mucho para poder hacer este concierto tan especial y es que recordemos hacía un año que no tocaba con banda. Como anécdota Sara comentó que estuvo en uno de los conciertos de El Inquilino Comunista en 1994 y que recuerda que en una de las canciones se tiró alguien del grupo encima suyo desde el escenario ya que era típico en aquella época hacerlo.

   Sobre las 23:15h. el cabeza de cartel de la velada El Inquilino Comunista daba comienzo su concierto con una canción instrumental. Con un público más junto que en Rubia, los getxotarras nos saludaban de una forma curiosa. "25 años intentando ser un grupo underground y hoy tocamos en la playa". El concierto del cuarteto que a mitad del mismo se convirtió en quinteto con la ayuda de los hermanos Leta funciono a ráfagas. Su música destila un sonido muy de los 90 y ese primerizo indie rock de antaño con guitarras saturadas y distorsionadas. De voces siguen andando bien pero hubo momentos que perdieron la concentración y se perdían en lo musical. No obstante el grupo ofreció contundencia con un Javi Leta en la sombra aporreando bien la batería y esas guitarras distorsionadas marca de la casa de Álvaro y Santi y como no el más activo del grupo Ricardo Andrade al bajo que se tira al suelo y le pone mucha actitud. Los 90´ siguen vigentes gracias al grupo que siempre ha intentado ser lo más independientes posibles y a pesar de que no realizan muchos conciertos a lo largo del año siguen manteniéndose en buena forma. Destacaron clásicos de la banda como Echocord o la curiosa Die Shanta en un concierto de una hora y cinco minutos que agradó mucho al público que recordó viejas canciones de un grupo de la tierra como son El Inquilino Comunista. Escuchando su música consiguen adivinar que muchos grupos de la actualidad les tienen como referencia.

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