22 de agosto de 2013

VOLUMEN BRUTAL PARA UNA BANDA BRUTAL: WILLIS DRUMMOND

Belako y Willis Drummond rockearon en uno de los pocos conciertos rockeros de las fiestas de Bilbao.

Lugar: Algara Konpartsa
Público: Lleno hasta la bandera
Duración: 115 minutos.
21/08/2013

    Noche de miércoles en la Villa. Nuevamente viendo el programa oficial de conciertos no llegaba a un mínimo de calidad y pasando del morbo de la inauguración del nuevo espacio en el parque Europa por los siempre presentes DJ´S, era momento de ver la programación alternativa. La cita rockera de estas fiestas estaba en la konpartsa Algara con dos grupos que tienen una visión diferente del rock. Unos están comenzando y tienen un gran porvenir, Belako, y los otros ya tienen su público fiel después de varios años de trabajo, Willis Drummond.

   Belako parece que poco a poco van definiendo su sonido. La etiqueta de post-punk, rock alternativo se les queda pequeña. Los actuales Belako parece que están cambiando algo su sonido hacia sonidos más electrónicos dejando aparcadas un tanto los sonidos de la guitarra. El cuarteto de Mungia comenzó su concierto de forma electrónico y en algo más de una hora fueron alternando canciones rockeras con canciones electrónicas. Hay que destacar a Lander a la batería que en cada concierto va creciendo y dota a las canciones mucha fuerza y energía. Aunque la cantante principal es Cris, la banda se fue turnando a las voces y destacó una vez más la fuerza de la rockera Zazpi Baltza y Vandalism que cantó desgañitándose Lore al bajo. Ya en la recta final pisaron el acelerador con sus canciones más rockeras y  contundentes como Haunted House con la que se despidieron. No tardaron en volver por todo lo alto con la coreable Sea of Confusion y uno de sus primeros éxitos Beatiful World. Para terminar volvieron de nuevo a terrenos más electrónicos en el que varios de sus amigos subieron al escenario a bailar con Cris mientras Josu y Lore estaban en los teclados. Seguimos echando de menos la canción que da título a su disco Eurie.
De nuevo buen concierto de Belako, una banda que sigue evolucionando y que una vez más demostraron que a pesar de su juventud es un grupo a tener muy en cuenta en un futuro cercano. 

    Desde Iparralde venía Willis Drummond. Un buen números de personas abarrotaban la carpa y alrededores de la konpartsa Algara. El concierto se puede resumir de la siguiente manera. Demasiada gente para un lugar tan pequeño y peligroso (está subido en una acera y entre tanto público no ves el escalón y te puedes caer) y sobre todo destacó por el excesivo volumen al que tocaron. El grupo es una apisonadora en directo, le ponen mucha energía, su rock es directo y duro y recuerda a unos AC/DC más acelerados y rabiosos. En las primeras filas había pogos y derramamiento de katxis y no pocos abandonaron la carpa hacia un lugar más tranquilo para poder verles y sobre todo escucharles porque el volumen era absolutamente ensordecedor.

    En una hora y veinte minutos repasaron canciones de sus cuatro discos centrándose como era lógico en su último disco A ala B publicado a finales del año pasado. No faltaron temas como Memperatzen Dut o la muy coreada Berantegi a un volumen ensordecedor. En la recta final tocaron la canción que da título al disco. Hubo pocos momentos de canciones más reposadas  y es que las hachas incendiarias estuvieron encendidas con dos guitarristas que ofrecieron buenos riffs y un bajista que no paró un momento de animar a la gente. Solo hubo una canción en el bis, un tema más relajado que acababa con un descarga de electricidad y ruido guitarrero en plan Fugazzi. Con menos volumen se hubiese disfrutado más y sobre todo en un sitio más grande.

1 comentario:

Aitor dijo...

Buena noche con dos grandes grupos.Belako son un gran grupo con un futuro prometedor y mi cancion favorita es cuando su bajista Lore se desgañita.Por poner un pero, tambien lo pense cuando les vi en fiestas de Sopelana y volvio a ocurrir en Bilbao, es que que hay momentos del concierto que estan mas pendientes de sus amigos que estan en primera fila que del concierto y eso para un espectador que no les conoce personalmente queda un poco feo. Y Willis Drummond efectivamente una apisonadora me fui a casa con la camiseta empapada de los Katxis que me cayeron pero con la sonrisa puesta de disfrutar del rock, quizas porque andaba ya con mono de rock ya que en fiestas de Bilbao en su programa oficial ha desaparecido.